El antiguo palacio de los Barones de las Cuatro Torres, la familia Morenes, no es una de las dos casas museo de Tarragona, pero puede competir con las que lo son de igual a igual en cuanto a valor arquitectónico de época. Y es que el Palau del Baró es un restaurante muy especial: se encuentra en la planta noble de la casa solariega y conserva gran parte de la decoración pictórica original y la distribución que tenía el edificio cuando era residencia privada durante la edad moderna.

La ubicación del palacio es muy notable. La calle Santa Anna no es sólo una de las calles más antiguas e importantes de la ciudad, sino que además tiene la particularidad de seguir el eje del muro occidental de la plaza de representación del foro provincial. Todas las casas del lado derecho de la calle aprovechan esta edificación milenaria como muro, incluido el Palacio. Además, el edificio tiene la suerte de tener una segunda fachada que da directamente a la antigua judería de la ciudad.

Si os apetece comer en lo que un día fueron las estancias nobles o el patio de una de las familias más importantes de España, no os podéis perder la experiencia del Palau del Baró.

Podéis encontrar el restaurante en el número 3 de la calle Santa Anna, en su página web podréis consultar su carta.