La red viaria está formada por las autopistas y autovías del Mediterráneo (AP-7 y A7), del norte (AP-2 y A-27), la C-32 (Pau Casals), la T-11 y las carreteras nacionales que la enlazan con el resto del Estado (N-240, N-340 y N-420). En particular, la conexión con Barcelona es posible tanto por la AP-7 como por la C-32. En el caso del puerto de Tarragona, la accesibilidad interna terrestre está garantizada a través del Eje Transversal —conexión directa y sin semáforos del puerto de Tarragona con toda la red viaria— y las entradas del muelle de Levante y de Reus.

En cuanto a las comunicaciones aéreas, a 45 minutos se encuentra el aeropuerto internacional de Barcelona-El Prat y, a solo 7 km, el aeropuerto de Reus dispone de conexiones internacionales.

En el ámbito del transporte ferroviario, Tarragona cuenta con dos estaciones. La primera, situada en el centro de la ciudad, es parada de la línea de alta velocidad Euromed (Barcelona-Alicante) y ofrece los servicios de cercanías y regionales. Y la segunda, la estación Camp de Tarragona de la red AVE, conecta Tarragona con Madrid en 2 horas y 37 minutos. Además, la Comisión Europea declaró el Corredor del Mediterráneo como eje ferroviario de mercancías y viajeros prioritario para conectar el sur de España con la frontera francesa. Actualmente se está trabajando en los diferentes tramos y Tarragona será uno de los principales nodos.

El puerto de Tarragona es pionero en la costa mediterránea en cuanto a la utilización del ferrocarril, y líder en el acceso directo del tren a todos los muelles. El puerto es cabecera en el Mediterráneo y está consolidado como una de las puertas de entrada y salida de mercancías de Europa. Situado como el quinto puerto más importante de España, mantiene conexión con sesenta países a través de líneas marítimas regulares establecidas con puertos de todo el planeta. El puerto es la puerta de Tarragona al mundo.