"El afrofeminismo y su traducción a la práctica"
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Abordar el afrofeminismo en clave local y desde una mirada crítica es una tarea pendiente para muchos de los estamentos que ostentan el poder en la ciudad. Sería lo contrario, si la lógica de las instituciones sobre llenar espacios vacíos con las mujeres en condición de minoría estuviera acompañada de un paquete amplio de apuestas para mitigar las desigualdades y la precarización en las que se encuentran las mujeres negras que viven Tarragona.
La capital de la comarca del Tarragonès tiene una corta pero relevante trayectoria afro feminista. Si alguien recuerda a una mujer negra ocupando espacios y creando nuevos para alzar la voz, denunciar y proponer ha sido relativamente desde hace poco. Las dinámicas poblacionales de la ciudad han cambiado durante los últimos años; las mujeres migradas provenientes de África y las Américas hace 10 años eran más de 30 mil, y en 2021 ya sumaban más de 36 mil según los datos del INE. Lo que nos indica que las mujeres negras nacidas en España son una realidad palpable, además de dejar claro que ser negra no define la identidad únicamente desde la migración, ser negra también redefine la identidad española de la actualidad.
Continuando con las cifras del porcentaje de mujeres migradas que han llegado en los últimos diez años a Tarragona, hay un análisis más profundo para hacer. El análisis sobre las condiciones en las que la ciudad las acoge, el camino de piedras que les toca caminar para sobrevivir y el porcentaje de mujeres que en ese camino logra desarrollar su proyecto de vida en dignidad. Dichas cifras no existen todavía, y desde el afrofeminismo local se plantea como el principio para una apuesta clara de cómo se traduce en la práctica poner en el centro la vida de las mujeres negras.
Esta premisa podría ser un acercamiento a la definición del Afrofeminismo. Poner la vida de las mujeres negras en el centro. Reivindicar sus saberes y experiencias sujetas a las múltiples opresiones sociales como resultantes al hecho de no encarnar cuerpas e identidades hegemónicas, construidas desde la misma mirada e interpretación de la hegemonía.
Las mencionadas anteriormente como múltiples opresiones van desde experimentar el flagelo del racismo en diferentes escalas y ambientes que impactan en más o menos proporción sus vidas; la realidad de verse inmersas en empleos racializados por las condiciones de precariedad que les caracterizan; las dificultades para acceder a la educación; las dificultades para alquilar o acceder a una vivienda digna por sus orígenes; a esconder sus saberes situados y ancestrales, entre muchas otras.
Reconocer estas opresiones implica pensar en la intersección de esos lugares opresivos, como la clase, la raza, el género, la sexualidad disidente, y otros tantos lugares como realidades hay en el mundo. Abordar esas intersecciones debe hacerse desde la práctica más comprometida, implica recursos que pueden ser compartidos, precisamente por la interseccionalidad de los ámbitos que son interpelados. Deben estar involucrados todos los niveles de responsabilidad de las administraciones. Así mismo, crear normativas que fomenten el trabajo más allá de una lógica segmentadora. Promover la construcción de
imaginarios que no sean centrados en la lógica identitaria, sino que comprendan los ejes de la desigualdad. Éstas son algunas de las maneras en que la interseccionalidad puede llevarse a la práctica política e institucionalmente.
Una de las opresiones que más impacta el desarrollo de las mujeres negras es por su origen. España da por hecho que si eres negra eres migrante, por ello a esa realidad se le sumarán otras intersecciones en el camino, que no se estructuran para ser sumadas entre sí, sino que se ponen sobre la mesa para repensar las políticas públicas.
Una Ruta Sin Atajos y Llena De Piedras
Las mujeres representan solo el 9% del total de personas que llegan a España por la ruta migratoria del mar mediterráneo en barcos construidos artesanalmente, de las cuales la mayoría son mujeres negras porque parten desde Senegal, Nigeria, Gambia, entre otros; y son las que más difícil lo tienen para lograr regularizar su situación; porque si vienes de África, cumplir los requisitos para regularizarse es más difícil.
Ellas serán seguramente la mano de obra más barata que mantendrá la economía sumergida del Estado Español. Las que limpien las casas y cuiden de los ancianos españoles, sin garantías y sin Derechos. Prácticamente esclavizadas. Las que tendrán que pluriemplearse para sobrevivir y mantener a sus familias. Las que no podrán denunciar violencia machista y tampoco podrán empadronarse. Las que no lograrán alquilar un piso a su nombre. Pero esas mujeres fuertes tienen tan interiorizado el feminismo, sino desde que tienen conciencia desde que llegan a España y les toca demostrar el doble o el triple cuánto potencial y capacidades ostentan.
Para el caso de las mujeres afrodescendientes provenientes de Latinoamérica la ruta migratoria es diferente. Son mujeres que entran por vía aérea. De igual manera su camino está lleno de trabas para regularizar su situación, aunque con matices con relación a las mujeres provenientes de África. De igual manera sus proyectos de vida digna son delimitados por la precariedad. Son también mujeres que se dedican a la limpieza y los cuidados. De las 600 mil trabajadoras del hogar que hay en toda España, el 65% corresponde a mujeres migradas, en su mayoría latinoamericanas. Son mujeres que también se agrupan en espacios asociativos por países de origen y desde ahí muchas activan lucha antirracista y feminista. De igual manera se agrupan en espacios no mixtos que se activan desde el feminismo descolonial.
El informe Vidas que Importan: más allá del contexto de pandemia[1], elaborado por Red de Migración, Género y Desarrollo, en el que participaron colectivas de toda Cataluña y más de 100 mujeres de las ciudades de Barcelona, Girona, Tarragona y Lleida evidenció como para el caso de Tarragona la situación de la ocupación laboral de las mujeres desde antes de la pandemia ya evidenciaba mucha desigualdad estructural y precariedad. Especialmente en los trabajos desempeñados por mujeres dentro de la economía sumergida y que a su vez están en condición de migración y racialización. Una de las demandas en ese sentido fue la urgencia con que las autoridades públicas deben establecer medidas específicas de promoción de empleo para mujeres bajo esta condición de vulnerabilidad, tomando en cuenta su propia realidad, necesidades e intereses.
Activar El Afrofeminismo En Clave Local
Por todo lo anterior es considerado el movimiento afro feminista y la trayectoria del movimiento a nivel local relevante, porque a diferencia del feminismo hegemónico, el afrofeminismo no se puede entender solo desde una lucha no mixta, el afrofeminismo en Tarragona se practica en colectivas mixtas. De ahí la gran dificultad para que las mujeres negras sean convocadas a espacios para la construcción de agendas políticas locales como el 8M o el 25N. Las mujeres negras luchan desde sus espacios de base comunitaria como las asociaciones por país, en dónde se agrupan mujeres y hombres para reivindicar sus orígenes y sus culturas. Lo que se convierte en una lucha importante, porque cambia las prácticas centralizadas del poder y el patriarcado a las prácticas que promueven la descentralización del mismo. No hay acto más revolucionario que dentro de la propia familia ser quién soy y defenderlo. Y es entonces cuándo vale la pena preguntarse ¿Cuántas veces hemos visto a las mujeres de la asociación de senegaleses ser parte de la agenda del 8M o del 25N? ¿Acaso las mujeres senegalesas que confluyen en esa colectiva comunitaria no son mujeres?
Así mismo, las mujeres negras de Tarragona se han agrupado en plataformas antirracistas, para ellas no podría ser entendible ser feministas sin ser antirracistas. Las colectivas feminista-hegemónicas no mixtas tienen la pretensión de desvirtuar las luchas que se hacen desde espacios que no son únicamente agrupados por mujeres, como si las luchas que hacen las mujeres negras desde el antirracismo fuese una lucha alejada de defender su derecho por la igualdad de oportunidades. Como si las mujeres que sufren el racismo no fueran mujeres. O como si las mujeres negras no fueran también mujeres.
Por otro lado, el movimiento antirracista local se caracteriza por objetivar su lucha en mencionar el racismo y hacer incidencia política local. Que desde el pleno del ayuntamiento se reconozca cuánto afecta la vida de las mujeres racializadas el racismo institucional es una pequeña batalla ganada por el movimiento feminista negro tarraconense sin duda alguna. Que el gobierno local entienda que el racismo es una crisis de salud pública[2] y que por ende es necesario hacer frente con políticas públicas afro feministas y descolonizadoras es un logro importante para las mujeres africanas y afrodescendientes de la ciudad.
Otra pequeña victoria es que, a partir de la declaratoria, el ayuntamiento creó el Consell Municipal de Salud, que es un órgano de participación sectorial de carácter consultivo. El Consell reconoce que la mayoría de factores que condicionan la salud no se encuentran dentro del sistema sanitario, sino que forman parte de sectores amplios como la educación, los servicios sociales, el transporte, el urbanismo o el medio ambiente. Realmente si se es garantizado el acceso a estos servicios se puede determinar si una persona goza o no de buena salud. Las cifras nos dicen que quienes tienen menos acceso a estos servicios son las personas racializadas, entre ese grupo las mujeres negras.
Todas esas victorias fueron resultado de un movimiento relativamente joven, autoorganizado, construido por mujeres negras, racializadas por la historia y el sistema, y por otras mujeres no negras. Si lograr todo este cambio en Tarragona no es feminismo, entonces ¿qué es el feminismo?
“Naret” Elena Terán
Red Antirracista de Tarragona
[1] Vidas Que Importan: más allá del contexto de Pandemia. Elena Terán (Naret), Katherine Reyes, Arlene Cruz, Lobna Dahech, Sara Cuentas, Gabriela Ripari, Florencia Di Stefano, Anne Marie Collins, Bombo Ndir. por Red de Migración Género y Desarrollo, Red Antirracista de Tarragona, Mika Sororidad Internacionalista y Diverses8M Girona. 2022
[2] Moción presentada por la colectiva comunitaria Red Antirracista de Tarragona que declara el racismo como crisis de salud pública. Aprobada el 2020 por el pleno del ayuntamiento.